El 1 de octubre es el día elegido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para celebrar el Día Internacional de las Personas de Edad y, de este modo, promover un cambio cultural que acoja a los adultos mayores y combata la discriminación y estereotipos negativos asociados al envejecimiento.
El encuentro temático más reciente organizado por Sociedad en Acción agrupó a las organizaciones que trabajan directamente con este grupo, y para profundizar en el escenario que existe hoy en Chile para los adultos mayores, tres representantes realizaron su diagnóstico sobre el contexto actual, las principales tareas pendientes para fortalecer su trabajo, y la importancia de la sociedad civil.
Edgardo Fuenzalida, Fundación Las Rosas
“En 2000, la relación entre niños menores de 15 años y adultos mayores era de 100 a 37; hoy esa relación es de 100 a 70. La población chilena envejece a pasos agigantados y como país lo estamos haciendo mal”, afirma el gerente general de la institución, quien agrega: “Algunas cifras de la CASEN 2013 hablan por sí solas: el 19,7% de la población adulto mayor vive en pobreza multidimensional, un 8,4% vive bajo la línea de la pobreza y el 12,9% viven solos”. Así, Fuenzalida señala que entre las tareas más urgentes para la tercera edad se encuentra la mejora de la Pensión Básica Solidaria y la creación de redes de soporte que permitan que un adulto mayor permanezca integrado a su familia sin que alguno de sus miembros deje de trabajar o estudiar.
“Estas tareas deben abordarse con voluntad para crear soluciones integrales desde el envejecimiento activo, mejorar los ingresos y crear políticas de salud que se enfoquen en las enfermedades que sufre este segmento de la población”, explica. Fuenzalida además agrega que la sociedad civil debe ser un sujeto activo entregando información, estudios y análisis para apoyar el desarrollo de las políticas mencionadas.
Nicole Romo, Comunidad de Organizaciones Solidarias
“Creo que hay un descontento generalizado desde este colectivo, con una alta decepción acerca de las condiciones de su vejez, del trato que se recibe desde la sociedad y el sinnúmero de necesidades que no están siendo cubiertas y sin respuesta”, explica la encargada del Área de Políticas Públicas de la Comunidad de Organizaciones Solidarias, quien además afirma que el contexto en nuestro país es poco favorable y que existe una pobreza que ha estado invisibilizada durante mucho tiempo y que se presenta de manera multidimensional.
De este modo, Romo explica que los principales desafíos relacionados con el adulto mayor son el desarrollo de políticas a mediano y largo plazo que tengan un componente intersectorial, generar cambios que mejoren las pensiones del pilar solidario y de quienes han cotizado de manera regular y mejorar el acceso a servicios de las personas mayores. Y agrega: “cualquier política pública debe ser desarrollada desde el enfoque de derechos, lo cual requiere de la participación de todos los actores involucrados del Estado, la sociedad civil y la academia”.
Mario Noguer, Pastoral Social Caritas Chile
“Puedo decir que en la actualidad se ve un mejor escenario para las personas mayores”, afirma el encargado del Programa Adulto Mayor de Pastoral Social Caritas Chile, quien explica que hoy existe mayor organización entre las personas mayores, lo que les ha permitido tener mayor presencia e incidencia y la posibilidad de conversar con distintas autoridades del Estado. Sin embargo, agrega que una de las debilidades que persiste es la dificultad para poner en agenda el tema del envejecimiento y los recursos estatales que se deberían destinar. “Si no pensamos en lo que se nos vendrá en esta materia, en los próximos 10 o 15 años estaremos frente a un serio problema para la sociedad y el Estado”, explica.
Entre las tareas pendientes, Noguer apunta a las pensiones actuales y al fortalecimiento del Servicio Nacional del Adulto Mayor (SENAMA) en aspectos como la disponibilidad de una mayor cantidad de profesionales y que el servicio tenga al menos el rango de subsecretaría. Por último, explica que el rol de la sociedad civil debe ser el de facilitar los procesos y no de intentar hablar por los adultos mayores. “Además, las OSC son de vital importancia ya que muchas veces son las que buscan soluciones antes de que surjan desde el Estado”.
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